¿Iglesia pobre para los pobres? Tal vez, pero no excluye ni a los Sabios ni a los Ricos…Bernardino Montejano.

14 Settembre 2024 Pubblicato da Marco Tosatti Lascia il tuo commento

Marco Tosatti

Estimado StilumCuriali, el Prof. Bernardino Montejano, a quien va nuestro agradecimiento, ofrece a su atención estas reflexiones sobre la «pobreza» en la Iglesia. Feliz lectura y compartir.

§§§

POBRISMO

Al comentar en una nota la visita del papa a Timor Oriental, “La Prensa” señala, que en uno de los bancos de la Catedral de la Inmaculada Concepción, se encontraba una monja, integrante de la Congregación Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, llamada María Cecilia Andereggen, de 37 años, con ocho de residencia en ese lejano país.

Esa religiosa, es la única misionera argentina en Timor; vive en Santete, en las montañas, y trabaja en una escuela rural, realizando una tarea muy meritoria. Sin embargo, en sus declaraciones incurre en un grosero error, estimo involuntario, al decir que “la iglesia es de los pobres y para los pobres”.

Este error está bastante difundido en medio de equívocos y ambigüedes, estimulada incluso por heréticas canciones, entonadas en numerosas inglesias, como “Pescador de hombres”, escrita por un sacerdote pedófilo, conocido como “Cazador de niños”, de quienes abusaba en el colegio a su cargo, del cual fue separado por la misma Congregación a la cual pertenecía.

En ella, se acota y reduce la búsqueda de Cristo, quien no excluye de ella, ni a sabios ni a ricos desde su nacimiento en Belén, cuando los ángeles anuncian a los pastores que custodiaban sus rebaños y que en su mayoría serían pobres, la Buena Nueva.

Pero también en Belén, se manifiesta a los Reyes Magos, que en realidad, no serían reyes ni magos en sentido estricto, pero sí, sabios y ricos que seguían una misteriosa estrella que los conducía a esa pequeña ciudad de Judá.

Porque la verdad, es que la Segunda Persona de la Trinidad, se hace hombre y busca a todos los hombres de todos los tiempos, varones y mujeres, sabios y brutos, ricos y pobres, santos y pecadores, porque quiere “que todos los hombres se salven”.

Pero además, esa canción tiene un herejía explicita, cuando el orante se dirige a Dios para decirle en forma insolente: “Tú necesitas mis manos”, lo que huele a la “nada positiva” de Telar Cardón”, para usar el lenguaje del Padre Castellani y renueva el antiguo panteísmo de los estoicos, viejo error que hoy se presenta, como denuncia el dominico André-Vicent, con nuevos atavíos linguisticos, “vestido de cosmonauta” y que se opone al Credo que nos habla de “Dios todopodeoso” que crea de la nada, “ex nihilo ”.

Ahora, algunas aclaraciones sobre el pobrismo, término inventado en la Argentina, una especie de canonización laica de los materialmente pobres, promovida por sacerdotes, obispos, cardenales, curas villeros, sacerdotes tercermundanos, de opción por los pobres, etcétera, quienes ignoran algo elemental: “la falta material de bienes o su abundancia es un hecho que en sí mismo, no afecta el campo de la virtud… Hay cosas que en sí, no son moralmente buenas o malas, sino que su moralidad depende del modo en que se usan. Por jemplo, la riqueza será un bien, si además de servir a las necesidades y sustentación del hombre, se ordenan al socorro de sus semejantes”.

También desconocen las enseñanzas de san Ambrosio, quien ya había refutado la canonización de la pobreza material, ya que “no todos los pobres son bienaventurados, pues la pobreza de suyo es indiferente: puede haber pobres malos y buenos”

La falta de generosidad, de desprendimiento, esclaviza por la posesión o el deseo de bienes materiales. Como enseña Tomás de Aquino, siguiendo al citado obispo de Milán y a san Jeónimo, es elogiable la “pobreza de espíritu”, meollo de una virtud que ordena nuestra conducta respecto al uso y posesión de los bienes materiales y complementa a las de liberalidad y de magnificencia.

La ideología del “pobrismo” rompe con toda la tradición cristiana; ahora quiero exponerla con el testimonio de Juan Grabois, en su nota: “Pobres, pobristas y empobrecedores” en “elDiarioAR” del 9 de enero de 2021.

Allí, escribe que “Los empobrecedores, a coro, nos llaman pobristas, los sembradores de odio, nos llaman violentos… La palabra pobre tiene una gran historia… uno de sus descendientes es la palabra pobrismo.”

Respecto a sus fundamentos, escribe: “Nuestra opción está enraizada en el espíritu humanista cristiano, nutrido de los aportes del renacimiento europeo, el pensamiento revolucionario moderno y la doctrina justicialista, implica el reconocimiento de la existencia de personas… que sufren una injusta escasez de recursos materiales y reconocimiento social y poder político”.

Se pregunta: “¿Quiénes son los pobres hoy? Los excluidos, los descartados… Son aquellos que el mercado no integra… Nosotros estamos de su lado, los ‘pobristas’ vemos sacralidad en estos hombres, mujeres, niños y ancianos excluidos; los idólatras del dinero, por su parte, solo encuentran sacralidad en la propiedad privada, las grandes fortunas y el capital trasnacional. Es el culto al becerro de oro actualizado”.

La solución es “Un Estado planificador, creativo y eficiente que oriente la inversión productiva, la iniciativa privada y las organizaciones sociales para lograr el desarrollo humano integral”.

Ya Grabois logró su personal desarrollo humano, como empleado del Vaticano, del cual recibía suculentos euros, mientras en la Argentina, organizaba piquetes y manifestaciones, gestionaba comedores populares y cometía delitos de usurpación.

Algo acerca del escándalosobcaso de los comedores: Grabois y sus secuaces de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, recibieron en la gestión de Alberto Fernández, muchos millones de pesos a través de la Federación de Cooperativas y del Amanecer de los Cartoneros, en parte para subsidiar comedores inexistentes, con lo cual logró un desarrollo humano colectivo a través de un “Estado planificador” que trabajaba para beneficiar en forma particular a estos gestores de la pobreza.

Los “pobres de hoy”, son las primeras víctimas no solo del capitalismo salvaje ,sino también de Grabois y sus cómplices.

Finalmente, la irresponsable mescolanza que hace al hablar de los fundamentos del pobrismo, donde acumula, humanismo cristiano, renacimiento, revolución moderna y justicialismo, muestra hasta donde puede llegar este analfabeto cultural locuaz, abogadete rábula, que ni derecho sabe.

Buenos Aires, septiembre 12 de 2024.

Bernardino Montejano