Ucrania-Rusia, el crimen contra la paz cometido por Hollande y Merkel. Thierry Meyssan, en Voltaire.net
19 Aprile 2024
Marco Tosatti
Estimados amigos y enemigos de Stilum Curiae, ofrecemos a vuestra atención este artículo de Thierry Meyssan, publicado por Voltaire.net, a quien agradecemos por la cortesía. Feliz lectura y difusión.
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Algunos colegas que trabajan en grandes medios de comunicación han lanzado una polémica sobre el extracto de una conferencia que impartí el mes pasado en Colmar [ciudad del este de Francia] [1]. Esos colegas cuestionan lo que expuse sobre la responsabilidad personal de la ex canciller Angela Merkel, y del ex presidente Francois Hollande en la guerra que está teniendo lugar en Ucrania.
A continuación, en detalle, los hechos que informé y que esos colegas niegan.
CRÍMENES CONTRA LA PAZ
El 28 de diciembre de 2022 el ex presidente francés Francois Hollande dio en París una entrevista a Théo Prouvost, del sitio web ucraniano The Kyiv Independent [2], entrevista que mis contradictores confunden con el sketch de los humoristas Vovan y Lexus que lo inspiró[3]. En esa entrevista dice claramente que se reconoce en los comentarios realizados, unos días antes, por la ex canciller alemana, Angela Merkel, al semanario alemán Die Zeit [4]. Merkel había declarado que había firmado los acuerdos de Minsk, no para proteger a los pobladores del Donbass y poner fin a la guerra que las autoridades de Kiev habían dirigido contra esas poblaciones, sino para darle tiempo al régimen ucraniano para que se armara.
Francois Hollande confesó explícitamente: “Sí, Angela Merkel tiene razón sobre ese punto. Los acuerdos de Minsk detuvieron la ofensiva rusa por un tiempo. Lo que era muy importante era saber cómo utilizaría Occidente ese respiro para impedir todo intento ruso nuevo”.
El “intento ruso” del que habla Hollande no era el envío de tropas rusas ordenado por Moscú, sino la iniciativa privada del multimillonario ruso Konstantin Malofeyev de enviar cosacos para apoyar a los pobladores del Donbass, como ya había hecho antes para ayudar a los serbios en Bosnia.
Las palabras de Angela Merkel y de Francois Hollande fueron confirmadas por el secretario general del Consejo de Defensa y de Seguridad Nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov, quien acaba de dimitir hace sólo 3 semanas, después de haber insultado al enviado especial chino [5].
Los acuerdos de Minsk se negociaron en dos fases:
· El primer protocolo fue firmado, el 5 de septiembre de 2014, por Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). También pusieron sus firmas los gobernadores de los oblast de Donetsk y de Lugansk, que ya se habían proclamado “Repúblicas”, como las antiguas regiones soviéticas, pero que no aspiraban entonces a la independencia. Este primer protocolo instituyó un alto al fuego, una liberación de rehenes y la retirada de las tropas de ambas partes –incluyendo a los cosacos reclutados por Konstantin Malofeyev, y una amnistía general. También preveía una descentralización de los poderes, la realización de elecciones locales y un diálogo nacional. Pero no sucedió gran cosa, sólo se concretó la retirada de los cosacos, por exigencia del presidente ruso Vladimir Putin, quien veía con malos ojos que un oligarca moderno se comportara como un gran duque de la época zarista.
· El segundo protocolo fue firmado 6 meses después, el 11 de febrero de 2015. Las negociaciones se desarrollaron bajo la responsabilidad de la OSCE, nuevamente entre el régimen de Kiev y las “Repúblicas” proclamadas de Donetsk y Lugansk. Esta vez Alemania, Francia y Rusia asumieron la responsabilidad de garantizar la aplicación de los acuerdos de Minsk (“en formato Normandía”.
Ese segundo protocolo instituyó más o menos las mismas disposiciones que el primero, pero precisando los detalles. Lo más importante es que indica que la descentralización de los poderes, que nunca llegó a aplicarse a pesar de lo que se había acordado, tendría que instaurarse mediante una reforma constitucional.
Rusia temía que este segundo protocolo no se aplicara, al igual que el primero. Eso fue lo que explicó después Vladislav Surkov, quien estaba a cargo de este tema en el Kremlin, y no que no quería aplicarlo, como interpretó en sentido contrario el diario francés Le Figaro [6]. Más aún, fue Moscú [7], pero no Berlín ni París, quien sometió ese protocolo a la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
HACIA UN NUEVO PROCESO DE NUREMBERG
En reacción a las declaraciones de la ex canciller alemana Angela Merkel y del ex presidente francés Francois Hollande, Viacheslav Volodin [el presidente de la Duma Estatal –la cámara baja de la Federación Rusa–] intervino inmediatamente para expresar su indignación ante aquellas confesiones. Posteriormente, después de las fiestas de Navidad, publicó sus comentarios en su cuenta de Telegram [8]. Estos comentarios dieron lugar a dos despachos, uno de la agencia TASS [9] y otro de la agencia Ria-Novosti [10], despachos que mis contradictores también ignoraron.
Como presidente de la Duma, Viacheslav Volodin cita primeramente al presidente ruso Vladimir Putin: “Si es inevitable un combate, se debe golpear primero”. Y luego declara: “Las confesiones de un representante del régimen de Kiev y de ex dirigentes alemanes y franceses deberían servir como pruebas frente a un tribunal militar internacional. Esos dirigentes conspiraron para desencadenar una guerra mundial de consecuencias imprevisibles. Merecen ser castigados por sus crímenes”.
Al calificar las declaraciones de Angela Merkel, de Francois Hollande y de Oleksiy Danilov como pruebas de “crímenes”, Viacheslav Volodin se refería a los “crímenes contra la paz” enunciados por el Tribunal militar internacional de Nuremberg, luego de la Segunda Guerra Mundial. Según ese Tribunal, reconocido por todos los Estados miembros de la ONU, los “crímenes contra la paz” son los más graves, mucho más graves incluso que los “crímenes contra la Humanidad”, pues los hacen posibles. E igualmente, son crímenes imprescriptibles.
Pero ni Angela Merkel, ni Francois Hollande ni Oleksiy Danilov han sido objeto de una orden de detención, ni siquiera de un informe. De hecho, no existe, al menos por ahora, una jurisdicción capaz de juzgar sus crímenes. Es por eso que el presidente Viacheslav Volodin hizo alusión a un “tribunal militar internacional” –equivalente al célebre tribunal de Nuremberg–, que podría constituirse cuando termine la guerra en Ucrania.
Y no hay ninguna duda de que llegado ese momento –el fin de la guerra en Ucrania–, pero depende de la aprobación de Alemania y de Francia para que Angela Merkel, Francois Hollande y Oleksiy Danilov tengan que responder por los “crímenes contra la paz”.
Sólo me queda entonces deplorar que mis contradictores no hayan encontrado los documentos que acabo de citar. En realidad, es normal que no los encuentren: sólo se interesan por los despachos de las agencias de prensa anglosajonas y europeas, no a tomar en consideración el punto de vista ruso. Esos colegas toman al pie de la letra la narrativa oficial y no hacen su trabajo de verificación.
¿POR QUÉ NUNCA SE APLICARON LOS ACUERDOS DE MINSK?
Como ya señalé antes, El 17 de febrero de 2015 Rusia presentó el segundo protocolo de los acuerdos de Minsk al Consejo de Seguridad de la ONU. Ese documento fue objeto de la resolución 2202 de ese organismo. Como anexo, Moscú hizo adoptar el texto del protocolo y de la declaración emitida por los cuatro jefes de Estado: el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin; el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko; el presidente de Francia, Francois Hollande; y la canciller de Alemania, Angela Merkel. Durante los debates en el Consejo de Seguridad, el representante permanente de Ucrania en Nueva York expresó su satisfacción ante el apoyo decidido de las Naciones Unidas.
Dicho sea de paso, es interesante observar que ya en ese momento el representante permanente de China explicitó la posición que ese país sigue manteniendo hoy en día: la paz sólo puede ser duradera si responde a las preocupaciones de todas las partes.
Pero los acuerdos de Minsk nunca fueron aplicados. En el Donbass seguían los enfrentamientos esporádicos y cada una de las partes atribuía la responsabilidad a la otra. Kiev quería que la amnistía se proclamara después de las elecciones, mientras que los dirigentes de los oblast del Donbass exigían que se proclamara antes. De esta manera podían presentarse a las elecciones y probablemente las habrían ganado. El 31 de agosto de 2015 las enmiendas constitucionales fueron sometidas a votación en el Parlamento ucraniano, en presencia… de la enviada especial de Estados Unidos, Victoria Nuland, quien había organizado el golpe de Estado que derrocó al presidente constitucionalmente electo de Ucrania en 2014, el llamado “EuroMaidan” [o “revolución de la dignidad”]. Los diputados del partido nacionalista integrista Svoboda intentaron entonces impedir la votación e invadieron la tribuna al grito de “¡Vergüenza!” y “¡Traición!” [11]. Simultáneamente, fuera de la sede del Parlamento, estallan enfrentamientos entre la policía con elementos paramilitares de los “nacionalistas integristas”, con un saldo de 4 muertos y 122 heridos. En el Parlamento no se alcanza la mayoría calificada y la reforma constitucional no fue adoptada.
Estos motines, los más importantes desde el derrocamiento del presidente electo, Viktor Yanukovich, fueron organizados por los “nacionalistas integristas” de Sbovoda, respaldados por Victoria Nuland. El entonces presidente Petro Poroshenko condenó esos motines, pero comprendió perfectamente el mensaje: era claro que si persistía en aplicar los acuerdos de Minsk él también sería derrocado.
Valiente, pero no temerario, el presidente Poroshenko denunció súbitamente el segundo protocolo de Minsk. Según él, la firma que el ex presidente Leonid Kuchma en nombre de Ucrania carecía de valor legal, porque Kuchma no había sido acreditado por el Parlamento de su país. Eso era cierto… pero Petro Poroshenko había estado presente en las negociaciones, en su calidad de presidente ucraniano en ejercicio, y no había objetado el protocolo en el momento de la firma, ni tampoco cuando los acuerdos fueron ratificados por el Consejo de Seguridad de la ONU, incluso había firmado una declaración común comprometiéndose a aplicar los acuerdos de Minsk. A partir de ese momento Poroshenko actuó con la misma mala fe que el presidente francés Francois Hollande y que la canciller alemana Angela Merkel.
El presidente ucraniano Petro Poroshenko encargó inmediatamente a los paramilitares de Svoboda la misión de presionar a las poblaciones del Donbass. Fue la siniestra División Azov de Andriy Biletsky, el llamado “Führer blanco”. Durante 7 años, 80.000 combatientes lucharán entre sí. Los nacionalistas integristas de Kiev matan en el Donbass entre 17.000 y 21.000 de sus compatriotas, ucranianos rusoparlantes a quienes consideraban subhumanos. Poroshenko instauró un apartheid, una ciudadanía de dos niveles: las poblaciones rusoparlantes del Donbass ya no tuvieron derecho a ningún servicio público, ni a la educación escolar ni a la jubilación.
El Consejo de Seguridad de la ONU no intervino, a lo sumo emitió una declaración de su presidente, el 6 de junio de 2018 [12]. Cuando logra llegar al poder, el hoy presidente Volodimir Zelensky trata de reunir las líneas convocando una reunión en formato Normandía, sin obtener resultados.
LA RESPONSABILIDAD DE PROTEGER A LA POBLACIÓN DEL DONBASS
El 2 de noviembre de 2021 el presidente Volodimir Zelenski nombra a Dimitro Yarosh, la figura principal de los “nacionalistas integristas” y desde hacía mucho tiempo agente de la CIA [13], como consejero del jefe de las fuerzas armadas ucranianas, el general Valeri Zaluzhni. Yarosh elabora rápidamente un plan de ataque contra las poblaciones del Donbass [14], plan que debía ponerse en ejecución el 9 de marzo de 2022.
Pero el 21 de febrero, en una ceremonia improvisada en el Kremlin, la Federación Rusa reconoce sorpresivamente a las Repúblicas Populares proclamadas en Donestk y Lugansk como Estados independientes. Al día siguiente, Moscú inicia una “operación militar especial” en Ucrania. Las tropas rusas convergen a la vez desde su frontera y de las de Bielorrusia para evitar que las tropas de Kiev se concentren en el Donbass. El ejército ruso destruye el aeropuerto militar de Kiev pero sin tratar de tomar la capital ucraniana. En pocas semanas, Rusia libera la mayor parte del Donbass.
Durante meses Moscú evita pronunciar la palabra “guerra”. El gobierno ruso explica que interviene en Ucrania únicamente para poner fin a los sanguinarios ataques de Kiev contra los civiles del Donbass. Por el contrario, Occidente acusa a Rusia de haber “invadido” Ucrania para conquistarla. Pero Rusia no ha hecho otra cosa que aplicar la resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU y la declaración de los jefes de Estado que habían negociado los acuerdos de Minsk. Fue precisamente para reservarse la posibilidad de emprender esa acción que Rusia había tenido la precaución de incluirla como anexo en la resolución del Consejo de Seguridad. Afirmar que Rusia invadió Ucrania equivaldría a decir que Francia Habría “invadido” Ruanda cuando intervino para poner fin al genocidio contra la etnia tutsi, en 1994… cosa que nadie piensa. Francia aplicó simplemente la resolución 929 y salvó miles de vidas.
Es muy extraño que Rusia no recurra al argumento de la “responsabilidad de proteger”, el llamado «R2P» que las potencias occidentales tanto han utilizado en otras latitudes, pero al que Rusia se opone desde que comenzó a mencionarse en la ONU en 2005. Sin embargo, lo utilizó finalmente el 12 de febrero de 2024, en ocasión de una reunión del Consejo de Seguridad que ella convocó. En esa reunión Rusia expuso nuevamente su posición invariable, pero esta vez utilizó el mismo lenguaje diplomático que sus interlocutores.
LA PROPAGANDA DE GUERRA
Para terminar este artículo, vuelvo ahora a mencionar los escritos de mis colegas. Según ellos, yo he “inventado” la responsabilidad de Francois Hollande y de Angela Merkel en el conflicto actual y si sostengo que Rusia no ha “invadido” Ucrania es porque repito la “desinformación rusa”. Es probable que esos colegas hayan redactado sus artículos con la intención de vulnerar mi credibilidad. Quizás no son capaces de darse cuenta que cuando escriben esas idioteces en los grandes medios de comunicación, lo que hacen es sobre todo es inducir a la opinión pública al error y, en definitiva, hacerse eco de la propaganda de los partidarios de la guerra.
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[1] «Thierry Meyssan et P.A Plaquevent – Occident Vs Eurasie, comprendre le choc géopolitique mondial», Résistance et réinformation, YouTube (en francés), 3 de abril de 2024. Ver a partir del minuto 45.
[2] «Hollande: “There will only be a way out of the conflict when Russia fails on the ground”», Theo Prouvost, The Kyiv Independent, 28 de diciembre de 2022.
[3] «Vovan et Lexus piègent François Hollande», Niko You, YouTube.
[4] “Hatten Sie gedacht, ich komme mit Pferdeschwanz?”, Tina Hildebrandt y Giovanni di Lorenzo, Die Zeit, 7 de diciembre de 2022.
[5] «Zelenski tuvo que destituir a Oleksiy Danilov, pero los nacionalistas integristas siguen en el poder en Kiev», Voltaire, Actualidad Internacional, N° 80, 29 de marzo de 2024.
[6] «Selon le Mage du Kremlin, Vladimir Poutine ne voulait pas des accords de Minsk 2», Régis Genté, Le Figaro, 18-19 de febrero de 2023
[7] «Lettre datée du 13 avril 2014, adressée à la Présidente du Conseil de sécurité par le Représentant permanent de la Fédération de Russie auprès de l’Organisation des Nations Unies» [En español, “Carta fechada el 13 de abril de 2014, dirigida a la Presidente del Consejo de Seguridad por el Representante Permanente de la Federación Rusa ante la Organización de las Naciones Unidas”], Vitaly Churkin, Referencia ONU: S/2014/264; y «Projet de résolution déposé par la Fédération de Russie» [En español, “Proyecto de resolución presentado por la Federación Rusa”], 17 de febrero de 2015, Referencia ONU: S/2015/117.
[8] «Если драка неизбежна, бить надо первым— В.В.Путин», Telegram, Вячеслав Володин, 18 de enero de 2023.
[9] «Володин призвал рассмотреть на трибунале признания Меркель, Олланда и руководства Украины», ТАСС, 18 de enero de 2023, 06:38.
[10] «Володин назвал признания Олланда и Меркель доказательствами для трибунала», РИА Новости, 18 de enero de 2023, 09h51.
[11] «À Kiev, la réforme de la Constitution vire à l’émeute», Stéphane Siohan, y «La Rada se divise sur l’autonomie des régions séparatistes», Pierre Avril, Le Figaro, 1° de septiembre de 2015; «L’Ukraine se divise sur l’autonomie des fiefs prorusses», Benoît Vitkine, Le Monde, 2 de septiembre de 2015.
[12] «Déclaration du président du Conseil de sécurité», 6 de junio de 2018, Referencia ONU S/PRST/2018/12.
[13] «La CIA coordina una alianza de nazis y yihadistas», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red
[14] «Plan ucraniano de ataque contra el Donbass», documento revelado por Ria-Novosti.
Publicado en italiano el 18 de abril d 2024, en https://www.marcotosatti.com/
Traducción al español de la versión original en francés: José Arturo Quarracino
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Tag: hollande, merkel, meyssen
Categoria: Generale