Peor que un Papa rey. Análisis desapasionado de un autócrata. Magister.
18 Dicembre 2023
Marco Tosatti
Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae, José Arturo Quarracino encontró de gran interés este artículo de Sandro Magister, a quien agradecemos su cortesía, y lo tradujo al español. Feliz lectura y compartir.
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Peor que un Papa rey. Un historiador y una canonista analizan el desgobierno de Francisco
Por Sandro Magister
En unos días más el tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano dictará la sentencia definitiva del que ha sido llamado el “juicio del siglo”, entre cuyos acusados hay también un cardenal, Giovanni Angelo Becciu, que hasta 2018 estuvo entre los más estrechos colaboradores del papa Francisco con el puesto clave de sustituto de Estado, antes de caer en desgracia.
Hasta hace poco, un cardenal sólo podía ser juzgado por el Papa. Francisco anuló este derecho y este deber, pero a su manera sometió igualmente a Becciu a su juicio personal y a la consiguiente condena: todo en una única audiencia de veinte minutos, cara a cara y a puerta cerrada, la tarde del 24 de septiembre de 2020 , al final de la cual el presunto criminal, a pesar de conservar la púrpura, se vio despojado de todos sus cargos y sin los “derechos relacionados con el cardenalato”, incluido el de participar en un cónclave.
Hasta el día de hoy, Francisco nunca ha dicho los motivos de esta condena, que dictó sin siquiera la apariencia de un juicio, y mucho menos sin la posibilidad para el acusado de defenderse. No solo eso. También promovió indirectamente el inicio de un verdadero proceso judicial por parte del tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, siempre con Becciu entre los acusados. Es el proceso que, iniciado el 27 de julio de 2021, está a punto de concluir, y en cuyo desarrollo Francisco no ha dejado de intervenir varias veces, cambiando arbitrariamente las reglas durante el proceso, con el promotor de justicia Alessandro Diddi a su dócil servicio en su rol de fiscal.
No sorprende que estas continuas violaciones por parte de Francisco de las normas mínimas de un Estado de derecho hayan asimilado su forma de gobierno a la de una monarquía absoluta llevada al extremo, sin contar todos los demás actos de imperio “extra legem” llevados a cabo durante su pontificado, más recientemente la privación vengativa de otro cardenal, el estadounidense Raymond Leo Burke, de su casa y su salario.
El 13 de mayo de 2023 Francisco publicó también una nueva ley fundamental del Estado de la Ciudad del Vaticano que comienza por atribuir al Papa “poderes soberanos” sobre este minúsculo Estado, y esto precisamente “en virtud del ‘munus petrino’”. Nunca en el pasado, ni siquiera en los siglos del Papa rey”, nadie se había atrevido a hacer derivar un poder, siquiera temporal, del primado religioso conferido por Jesús a Pedro y a sus sucesores. Razón por la cual surge naturalmente la pregunta: ¿por qué Francisco fue más allá de este límite? ¿Y cuál es el límite, si lo hay, a la “plenitudo potestatis” de un Papa?
Estas preguntas cruciales han sido respondidas en los últimos días, de diferentes maneras, por un ilustre historiador del cristianismo y una reconocida experta en Derecho canónico.
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El historiador es Alberto Melloni, docente en la Universidad de Módena y Reggio Emilia y máximo exponente de esa “Escuela de Bolonia” famosa por una relectura marcadamente “progresista” del Concilio Vaticano II.
En un ensayo publicado el 4 de diciembre en la revista “il Mulino”, Melloni define como “al menos audaz” la tesis codificada por la nueva ley fundamental del Estado de la Ciudad del Vaticano, e “imprudente” al canonista que la escribió y la hizo firmar por el Papa.
Melloni no da nombres, pero ahora se sabe que el jesuita y cardenal Gianfranco Ghirlanda es el “sherpa” que ayuda al Papa a transcribir sus deseos en codicilos.
Y esta vez, a juicio de Melloni, el proceso contra el cardenal Becciu está en el origen de esta extensión del poder del Papa incluso al gobierno temporal del Estado de la Ciudad del Vaticano.
En virtud de esta ampliación, de hecho -escribe Melloni-, la acusación y la posible condena de Becciu no se formularían “en nombre del Papa como pastor de la Iglesia universal, sino en nombre del Jefe de Estado del Vaticano”. Con el efecto de “eximir al pontífice de las consecuencias de un proceso del que, pase lo que pase, la Iglesia no saldrá más humilde, sino más humillada”.
Como historiador que es, Melloni recuerda un precedente: aquel en el que “entre 1557 y 1559 el papa Pablo IV Carafa investigó, arrestó, cerró en el Castillo de Sant’Angelo y envió a juicio al cardenal Giovanni Morone, corrigiendo las normas en su contra”. Con métodos “inmorales” similares a los adoptados hoy.
Posteriormente, Morone fue rehabilitado por el siguiente Papa, Pío IV. No sabemos nada de Becciu. Si es absuelto, como es posible dada la incapacidad de la fiscalía para presentar pruebas de sus presuntas fechorías, le corresponderá al propio Francisco admitir que ha abusado de sus poderes.
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Para responder a la otra pregunta, más general, sobre si existe un límite a la “plenitudo potestatis” de un Papa, está la gran canonista Geraldina Boni, profesora de Derecho eclesiástico e Historia del Derecho canónico en la Universidad de Bolonia y nombrada por Benedicto XVI en 2011 como consultora del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos.
En un ensayo en dos partes publicado los días 5 y 6 de diciembre en “La Nuova Bussola Quotidiana”, Boni comienza citando las impecables palabras pronunciadas por el propio papa Francisco el 17 de octubre de 2015: “El Papa no está, solo, por encima de la Iglesia; sino dentro de ella como bautizado entre los bautizados y dentro del colegio episcopal como obispo entre los obispos, llamado al mismo tiempo -como sucesor del apóstol Pedro- a guiar la Iglesia de Roma que preside en el amor a todas las Iglesias”.
Ni siquiera en los siglos de mayor centralización de los poderes papales -señala Boni- ha disminuido jamás la “granítica conciencia de que el poder del sucesor de Pedro es ciertamente supremo, pero de ningún modo absoluto”, ni mucho menos arbitrario. Esto se debe a que el poder del Papa tiene su límite insuperable en la “oboedientia fidei” y, por tanto, está “cercado” por la ley divina, tanto natural como revelada.
Pero luego –escribe– es necesario llenar esta afirmación con contenidos concretos, como lo ha hecho la Iglesia a lo largo de los siglos.
En primer lugar, la afirmación de que el Papa es “legibus solutus”, libre de las leyes, siempre ha sido entendida exclusivamente en el sentido de que está por encima del derecho positivo, es decir, de las leyes que produce el ser humano -a las que normalmente permanece sujeto–, pero ciertamente no está libre de la ley divina.
En consecuencia, “las exigencias que emanan del derecho divino natural no pueden ser comprimidas ni mortificadas”. Por tanto, es inadmisible que un Papa, en el ejercicio de sus poderes, “pisotee y conculque los derechos vinculados a la dignidad de la persona humana: por ejemplo, el derecho a la vida, a la intimidad y a confidencialidad o a la buena fama, pero también -para referirnos a un ámbito delicado, hoy bajo el foco de atención de la Iglesia- el derecho a la defensa en un proceso justo, la presunción de inocencia, la protección de los derechos adquiridos preexistentes, sin excluir el de no ser castigado por un delito que ya prescribió”.
Además, tiene “importancia crucial el respeto, incluso por parte de ese legislador supremo que es el Papa, de la legalidad ‘al legislar’”, es decir, en la producción de las normas.
Porque en cambio -denuncia Boni- desde hace algunos años ocurre con demasiada frecuencia lo contrario. En el Vaticano se asiste a “una superposición frenética, aluvial y caótica de leyes o preceptos dictados sin una técnica normativa apropiada, cuyo rango y alcance jurídico parecen nebulosos”. Del mismo modo, las disposiciones deliberadamente aprobadas por el Papa se multiplican de tal manera que hacen imposible un recurso de apelación, incluso cuando dichas disposiciones lesionan derechos.
“Todo esto debe ser censurado –escribe Boni– no por un gusto académico por las geometrías abstractas”, sino por razones dramáticamente más sustanciales. “Más allá de los peligros para el patrimonio mismo de la fe, es sobre todo la carne viva de las personas la que se ve afligida y desgarrada allí donde las normas resultan irrazonables, poniendo así en grave peligro la justicia que por derecho divino les corresponde, y a cuyo servicio se coloca la autoridad eclesiástica, incluida la primacial”.
En resumen, al enumerar los límites del poder del Papa, en lo que “se debe insistir positiva y constructivamente” es en “el buen gobierno de la sociedad eclesial”, de cuya unidad “el Romano Pontífice, como sucesor de Pedro, es el principio y fundamento perpetuo y visible” (“Lumen gentium”, n. 23).
Un buen gobierno, diríamos, que aún está por llegar.
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Publicado originalmente en italiano el 11 de diciembre de 2023, en Peggio di un papa re. Uno storico e una canonista analizzano il malgoverno di Francesco | Diakonos.be
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Categoria: Generale
En este “totum revolutum”, en el que vivimos, no acierta Melloni, no acierta la “presunta” experta en Derecho Canónico Geraldina Boni. Porque eso de que el Papa es un bautizado más y un Obispo entre los Obispos dentro del Colegio Episcopal -aunque se afirme ser su Cabeza- es la falacia más grande jamás escrita. Desde el Concilio Vaticano II hay una deriva doctrinal impresionante. El Papa es Sucesor de San Pedro y hereda todos los poderes del Príncipe de los Apóstoles. Los Obispos, en cambio, no suceden a ningún Apóstol sino a todo el Cuerpo Apostólico. El Papa es Cabeza de este Cuerpo y como tal puede ejercer él solo todos los poderes sin limitación alguna. Más aún, el Papa como Vicario de Cristo es Cabeza visible de toda la Iglesia. Ahora bien, estos poderes no son absolutos sino que deben deducirse del Sagrado Depósito de la Revelación. En cuanto al Cardenal Morone fué procesado por sospecha de herejía. Nada que ver con Becciu. ES A BERGOGLIO A QUIEN DEBERÍAN PROCESAR POR HEREJÍA Y APOSTASÍA. Y POR EL DAÑO INMENSO QUE ESTÁ HACIENDO A LAS ALMAS.
JB non è il mio Papa , ovvero il Papa che desideravo , ma prego per lui , quasi giornalmente . Lo vedo pieno di difetti umani , ma se è la purga dello Spirito Santo per noi ( i teologi ADULTI non condivideranno), tutti , ed inspecial modo per cosi dire, tradizionalisti, beh… me la prendo e pazienza .
Mi preoccupa che “i rossi” giochino a scaricarlo apertamente (come fa melloni) visto che loro l’han voluto e forse plasmato , visto che Badilla sull’ultimo articolo del sismografo spergiura che JB non era progressista in Argentina. Ovvero ora che è quasi nel regno dei Cieli anche a dire del soggetto medesimo , ma che non mollerà facilmente , troppo facile scaricarlo dicendo che non è cosa loro. Alla fine il vizio politico dell’opportunismo spinto , vizio politico e specialmente molto leninista , pervade questi “rossi” fino al midollo e non bisogna grattar via molto per trovarlo .
Su becciu , o è stupido o gli viene molto bene nel farlo . Incapace su sloane square (londra) a proteggere un investimento pur sbagliato e pure prende in mezzo JB dicendo che l’aveva informato e l’altro aveva assentito , ahi mamma per becciu… . Intortato da marongia , cosi dicono le carte , e gira i soldi altrui (cattedra di san pietro) ai parenti , ma a fin di ben s’intende . insomma che ci si poteva aspettare ? ma il punto che si è creduto più furbo di JB e quest’ultimo a farsi intortare non ci sta. JB , vendicativo è , di carattere , e tu gli mandi in mondovisione una registrazione presa con l’inganno? Male, male ,malissimo . La prudenza non è mai troppa con JB . Dovevi cadere , era scritto il giorno che ti hanno messo li ,eri il caprino espiatorio , dopo questo ,sei diventato il caprone espiatorio . Si , si appella appella pure che ti passa , con il potere assoluto di JB che ti cambia le leggi sotto il naso . Altri direbbero ” hai il nemico alle spalle … non ti muovere” .
Intanto JB, nel caso Becciu , s’intesta che ha fatto pulizia in curia . No? non ci credete ? JB può dire che il processo del secolo ha condannato il cattivo di curia. I rossi storceranno il naso ma non potranno obiettare molto ed infatti melloni vira la direzione … del barcone .
Melloni che vuole un papato cauto se non… legale , sono un brutto segno. PaPaToDeMoCraTiCo ! PaPaToDeMoCraTiCo ! mi sembra che, in anticipo , in stile argentin-sinodale (mix di populismo vero e autoritarismo vero) , abbiamo scoperto che avremo il Papa cosi come noi italiani facciamo il presidente della repubblica ovvero con gli “imbucati” . Ovvero la quota rosa , la quota rossa , la quota laica nel prossimo conclave. Tutti rigorosamente non ordinati . A scanso di clericalismo .E magari saranno 66 .
E si cosi è andata , in anticipo su tutto , sulla sentenza Becciu , sull’articolo di Melloni , su tutto insomma . Brutto vero ?
O Signore abbiamo peccato molto per meritare questi castighi . Abbi pietà di noi !