La Babilonia bergogliana y la Iglesia que vencerá. Benedetta De Vito
7 Ottobre 2023
Marco Tosatti
Muy estimados StilumCuriales, nuestra Benedetta De Vito ha retornado a Roma y nos ofrece este esbozo de la Roma actual, en la zona de San Pedro y alrededores… Feliz lectura.
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Siguiendo el consejo de un amable lectora, bajé del podio (donde, sin embargo, nunca he subido, siempre estoy de rodillas ante el Santísimo Sacramento…) y, detrás de un arbusto, escondida en la plaza de San Pedro me puse a la expectativa.
Vi a un señor con cara de grifo vestido, aunque de colores blancos, del mismo modo que vi vestido a un tal Schwab que, me parece, se jacta de ser el inventor del gran (por así decirlo) reinicio.
Vi la plaza vacía, escuché el latinorum de las respuestas dadas a los Dubia de los Monseñores amigos de la tradición (a quienes conozco de nombre uno por uno) que son, me refiero a las respuestas de Bergoglio, una patada en la espinilla al depositum fidei.
Permanecí un rato en ese árido y triste desierto y luego, con el debido respeto a la lectora, volví a mi podio que es, al fin y al cabo, un banco (el segundo a la derecha, frente al altar) en Sant’Agata dei Goti.
Sí, regresé a casa, en la fresca mañana, bailando, hacia mi Santa Misa, donde cuento con muchos sacerdotes católicos reflexivos, enamorados (como yo) del Señor. Y conmigo muchas monjas simpáticas (que regresan todos los días), hermanas, que conozco una a una, con su hábito blanco, azul o castaño, en una alegre y mutua fiesta de sonrisas.
Sí, regresé a casa y contenta cuando regresé a Roma, después del forzado ayuno eucarístico sardo. Y mientras una mañana estaba orando antes del servicio, vi en sueños una hermosa naranja que venía hacia mí.
Y la cáscara amarga era la Iglesia que charla, se agita, balbucea y va del brazo del mundo, la nueva Iglesia arcoíris de Bergoglio y sus seguidores, formada por monseñores que se olvidan de llevar la Cruz (que es el centro y el Camino, la Verdad y la Vida y como puedo, me pregunto y digo, un príncipe de la Iglesia puede olvidarse de llevarla…), de Papas que no bendicen un ataúd, de cardenales que besan, de cardenales amigos de los masones y de muchos, innumerables horrores.
Pero por dentro, la naranja estaba fresca, jugosa y llena de miel. Y ésta es la verdadera Iglesia escondida que, a pesar de todo, vive, respira, palpita y que nadie podrá jamás destruir, la iglesia de Nuestro Señor, Su Santa Esposa.
La Santa Iglesia Católica Romana que arde bajo las cenizas de la Babilonia bergogliana y que un día, sí, pronto, triunfará.
Publicado originalmente en Italiano el 5 de octubre de 2023, en https://www.marcotosatti.com/
Traducción al español por: José Arturo Quarracino
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Tag: babilonia, bergoglio, de vito
Categoria: Generale