La Iglesia tiene necesidad de nosotros, es el momento de nuevos santos. Monseñor Ics
25 Aprile 2023
Marco Tosatti
Estimados amigos y enemigos de Stilum Curiae, monseñor Ics, aunque menos presente que de costumbre en nuestro sitio a causa de nuevos encargos importantes relacionados con su función, continúa siguiéndonos. Ayer nos envió este comentario al artículo del profesor Ettore Gotti Tedeschi, que ofrecemos obedientemente a su atención. Feliz lectura y meditación.
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Estimado Dr. Tosatti, he leído la intervención de Gotti Tedeschi en el Stilum Curiae del viernes (tomada de Pensiero Cattolico): “El futuro de la civilización cristiana está en nuestras manos”.
Me ha parecido interesante, merecedora de un debate serio (no de réplicas estériles como he leído en algunos comentarios).
Lo comparto, pero me gustaría añadir un mini comentario.
¿Se han dado cuenta de que desde hace diez años nuestra Iglesia no es atacada desde fuera, sino desde dentro, provocando los consiguientes ataques a quienes la dirigen por parte de católicos serios y sabios?
Las persecuciones externas ya no existen.
En cambio, hay nuevas infidelidades, herejías, apostasías, consumadas dentro y alrededor. Apreciadas sólo y precisamente por los enemigos de nuestra Iglesia santa, apostólica y romana.
Pero tranquilicémonos, lo que nos da seguridad es que Cristo está siempre dentro de “la Barca”, violentamente azotada por las olas y el viento en contra (Mt, 14).
Santo Tomás nos confirma y tranquiliza que los vientos en contra y los mares tempestuosos no conseguirán hundir la Barca.
Un célebre autor católico, el sacerdote George Chevrot (fallecido hacia 1950) en su libro Simon Pietro escribe: “ya en tiempos de San Agustín los enemigos de la Iglesia decían que la Iglesia está muriendo y que los cristianos han cumplido su tiempo”.
Por eso tiene razón Gotti Tedeschi al invitarnos hoy, en estas circunstancias, a hacer más apostolado, también hacia los laicos, sabios y conscientes de lo que está en juego: la civilización cristiana, de la que se han beneficiado todos.
Precisamente porque percibimos que nuestra Iglesia está sufriendo cambios sustanciales en la Doctrina, en el Culto y en el valor de los Sacramentos.
Y si la Iglesia de Cristo desapareciera y como consecuencia de ello la civilización cristiana se derrumbara, volveríamos a la barbarie.
Siempre se habla del Vaticano II y nunca, digo nunca, del Vaticano I. (Vat I – Denzinger 1824). Dice “La Iglesia por voluntad de Cristo debe perdurar eternamente fundada sobre piedra y permanecerá inconmovible hasta el fin de los siglos, porque es la Verdad” sostenida por el Espíritu Santo. Este es precisamente el momento en que el Santísimo Salvador suscitará hombres y mujeres que con el resplandor de la santidad ejemplificarán y sostendrán Su Cuerpo Místico.
Este es el momento de los nuevos santos que confundirán a los nuevos perseguidores. Permanezcamos, pues, hoy en comunión con la Iglesia, porque hoy nos necesita.
Debemos saber reconocer hoy la voz tranquilizadora de Cristo en medio de la “confusión” de hoy: “Soy yo, no temáis…” y recordamos que los apóstoles “le subieron a la barca que parecía hundirse, y ésta volvió a la orilla donde ellos iban…”.
Cristo sabe bien lo que está sucediendo hoy, pero quiere que pidamos ayuda.
Con la oración y los sacramentos.
Con Él, en Él, para Él.
Hoy más que nunca.
Monseñor ICS
Publicado originalmente en italiano el 24 de abril de 2023, en https://www.marcotosatti.com/
Traducción al español por: José Arturo Quarracino
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Categoria: Generale
La pregunta es: donde está la Iglesia? La Iglesia del Concilio Vaticano I no es la Iglesia del Concilio Vaticano II, por lo menos tal como lo viven los bergoglianos; si Bergoglio es papa legítimo, todos sus antecesores no lo son. Un mínimo de honestidad intelectual nos obliga a reconocerlo.
Lo más urgente hoy es una reflexión seria sobre la catástrofe vaticana y sus condiciones de posibilidad. Sin tergiversaciones y sin perder la fe Católica, que Deo gratias está incólume en los libros de la doctrina, malgrado todas las traiciones.