Pell. El Sínodo sobre la Sinodalidad se ha convertido en una pesadilla tóxica. New Age, incoherente

14 Gennaio 2023 Pubblicato da Marco Tosatti

Marco Tosatti

Muy estimados StilumCuriales, ofrecemos a vuestra atención, en nuestra tradición, este artículo de The Spectator, que agradecemos por la cortesía. Feliz lectura y a compartir.

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Poco antes de morir el martes pasado, el cardenal George Pell escribió el siguiente artículo para The Spectator, en el que denunciaba los planes del Vaticano para su próximo “Sínodo sobre la Sinodalidad” como una “pesadilla tóxica”. El folleto elaborado por el Sínodo, que se celebrará en dos sesiones este año y el próximo, es “uno de los documentos más incoherentes jamás enviados desde Roma”, afirma Pell. No sólo está “redactado con una jerga neomarxista”, sino que es “hostil a la tradición apostólica” e ignora los principios fundamentales del cristianismo como la fe en el juicio divino, el paraíso y el infierno.

El cardenal de origen australiano, que sufrió la terrible experiencia de la cárcel en su país natal por falsas acusaciones de abusos sexuales antes de ser absuelto, ha sido más que valiente. Él no sabía que estaba a punto de morir cuando escribió este artículo; estaba preparado para enfrentarse a la furia del papa Francisco y de los organizadores cuando se publicara. Por el contrario, su imprevista muerte podría dar más fuerza a sus palabras cuando el sínodo se reúna en octubre.

Damian Thompson

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El Sínodo de los Obispos Católicos está ahora ocupado construyendo lo que ellos consideran el “sueño de Dios” de la sinodalidad. Por desgracia, este sueño divino se ha convertido en una pesadilla tóxica, a pesar de las buenas intenciones declaradas por los obispos.

Han elaborado un folleto de 45 páginas que presenta su resumen de los debates de la primera fase de “escucha y discernimiento”, celebrada en muchas partes del mundo, y es uno de los documentos más incoherentes jamás enviados desde Roma.

Mientras damos gracias a Dios porque el número de católicos en todo el mundo está aumentando, especialmente en África y Asia, el panorama es radicalmente distinto en América Latina, con pérdidas tanto para los protestantes como para los secularizadores.

Sin ninguna ironía, el documento se titula “Amplía el espacio de tu tienda”, con el objetivo de dar cabida, no a los recién bautizados -aquéllos que han respondido a la llamada a arrepentirse y creer-, sino a cualquiera que pueda estar interesado en escuchar. Se invita a los participantes a ser acogedores y radicalmente inclusivos: “No se excluye a nadie”.

¿Qué se debe pensar de este popurrí, de esta efusión de buena voluntad New Age?

El documento no exhorta ni siquiera a los participantes católicos a hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28, 16-20), y mucho menos a predicar al Salvador a tiempo y a destiempo (2Tm 4, 2).

La primera tarea de todos, y especialmente de los que enseñan, es escuchar en el Espíritu. Según esta reciente actualización de la buena nueva, la “sinodalidad” como forma de ser de la Iglesia no debe definirse, sino simplemente vivirse. Ella gira en torno a cinco tensiones creativas, partiendo de la inclusión radical y dirigiéndose hacia la misión en un estilo participativo, practicando la “corresponsabilidad con otros creyentes y personas de buena voluntad”. Se reconocen las dificultades, como la guerra, el genocidio y la brecha entre clero y laicos, pero todo puede sostenerse, dicen los obispos, mediante una espiritualidad viva.

La imagen de la Iglesia como una tienda en expansión con el Señor en su centro procede de Isaías, y el sentido de la misma es subrayar que esta tienda en expansión es un lugar donde las personas son escuchadas, no juzgadas ni excluidas.

Leemos entonces que el pueblo de Dios necesita nuevas estrategias; no peleas y enfrentamientos, sino diálogo, en el que se rechaza la distinción entre creyentes y no creyentes. El pueblo de Dios debe escuchar realmente, insiste el folleto, el grito de los pobres y de la tierra.

Debido a las diferencias de opinión sobre el aborto, la anticoncepción, la ordenación de mujeres al sacerdocio y la actividad homosexual, algunos han considerado que no se pueden establecer ni proponer posturas definitivas sobre estos temas. Lo mismo vale también para la poligamia, para el divorcio y las segundas nupcias.

Sin embargo, el documento es claro sobre el problema especial de la posición inferior de las mujeres y sobre los peligros del clericalismo, aunque se reconoce la contribución positiva de muchos sacerdotes.

¿Qué se debe hacer con este popurrí, con esta efusión de buena voluntad de la Nueva Era? No es un resumen de la fe católica ni de las enseñanzas del Nuevo Testamento. Es incompleto, hostil en aspectos significativos a la tradición apostólica y en ninguna parte reconoce el Nuevo Testamento como la Palabra de Dios, normativa para todas las enseñanzas sobre fe y moral. Se ignora el Antiguo Testamento, se rechaza el patriarcado y no se reconoce la Ley de Moisés, incluidos los Diez Mandamientos.

Inicialmente se pueden hacer dos observaciones. Los dos sínodos finales que se celebrarán en Roma en 2023 y el 2024 deberán clarificar su enseñanza sobre las cuestiones morales, ya que el Relator (redactor jefe y administrador), el cardenal Jean-Claude Hollerich, ha rechazado públicamente las enseñanzas fundamentales de la Iglesia sobre la sexualidad, alegando que contradicen la ciencia moderna. En tiempos normales, esto habría significado que su continuidad como Relator era inoportuna, incluso imposible.

Los sínodos tienen que elegir si son servidores y defensores de la tradición apostólica en materia de fe y moral, o si su discernimiento les obliga a afirmar su soberanía sobre la enseñanza católica. Deben decidir si las enseñanzas básicas sobre cosas como el sacerdocio y la moral pueden aparcarse en un limbo pluralista en el que algunos optan por redefinir los pecados a la baja y la mayoría acepta diferir respetuosamente.

“Amplía el espacio de la tienda” es consciente de los defectos de los obispos

Fuera del Sínodo, la disciplina se está relajando, especialmente en el norte de Europa, donde algunos obispos no han sido reprendidos, incluso después de haber afirmado el derecho de un obispo a disentir; ya existe un pluralismo de facto más generalizado en algunas parroquias y Órdenes religiosas en cosas como la bendición de la actividad homosexual.

Los obispos diocesanos son los sucesores de los apóstoles, el maestro principal en cada diócesis y el centro de la unidad local para su pueblo y de la unidad universal en torno al Papa, sucesor de Pedro. Desde los tiempos de San Ireneo de Lyon, el obispo es también el garante de la fidelidad permanente a la enseñanza de Cristo, la tradición apostólica. Son gobernantes y a veces jueces, así como maestros y celebrantes sacramentales, y no son meras flores de pared o sellos de goma.

“Ampliar la tienda” es consciente de los defectos de los obispos, que a veces no escuchan, tienen tendencias autocráticas y pueden ser clericalistas e individualistas. Hay signos de esperanza, de liderazgo eficaz y de cooperación, pero el documento sostiene que los modelos piramidales de autoridad deben ser destruidos y que la única autoridad genuina proviene del amor y del servicio. Se debe enfatizar la dignidad bautismal, no la ordenación ministerial, y los estilos de gobierno deben ser menos jerárquicos y más circulares y participativos.

Los actores principales en todos los sínodos (y concilios) católicos y en todos los sínodos ortodoxos han sido los obispos. En los sínodos continentales se debería afirmar esto y ponerse en práctica en forma amable y cooperativa, para que las iniciativas pastorales se mantengan dentro de los límites de la sana doctrina. Los obispos no están allí simplemente para convalidar el debido proceso y ofrecer un “nihil obstat” a lo que han observado.

Publicado originalmente en italiano el 12 de enero de 2023, en https://www.marcotosatti.com/2023/01/12/pell-il-sinodo-sulla-sinodalita-e-diventato-un-incubo-tossico-new-age-incoerente/

Traducción al español de la versión original en inglés por: José Arturo Quarracino