Gotti Tedeschi, el IOR, Benedict, Gaenswein. ¿Qué ha ocurrido? Entrevista.

11 Gennaio 2023 Pubblicato da

Marco Tosatti

Estimados amigos y enemigos de Stilum Curiae, ofrezco a su atención esta breve entrevista realizada al Prof. Ettore Gotti Tedeschi sobre los acontecimientos relacionados con su salida del IOR. Feliz lectura y compartir.

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Dr. Gotti Tedeschi, ¿ha leído en el anticipo del libro de monseñor Georg Gaenswein la parte que que se refiere a usted? ¿Qué piensa? ¿Corresponde a lo que realmente sucedió?… Pero también una pregunta más concreta, por los temas tratados en el libro: ¿un obispo de la Santa Iglesia Romana no está obligado por el “secreto pontificio”?

Sí, sólo he leído la parte que se refiere a mí. Pero no se corresponde exactamente con lo que yo sé, y soy testigo de lo que ocurrió. Pero es comprensible, hay que tratar de entender que monseñor Gaenswein pueda, después de diez años de sufrimientos personales, haber olvidado o confundido hechos, para él en conjunto poco relevantes, comparados con los otros temas que expone en el libro. Para mí, en cambio, estos hechos forman parte de mi vida y de acontecimientos que me han afectado profundamente. Es comprensible que monseñor Gaenswein no haya tenido tiempo de ir a releer su inequívoca entrevista con Il Messaggero, y desde luego no haya querido hablar, por discreción, de la reunión confidencial que mantuvimos en Roma a finales de noviembre de 2012. Yo no sabría responder a la pregunta sobre el “secreto pontificio”.

 

Hace tiempo, un amigo y colega estudioso del Islam, me hizo notar que, a diferencia de la fe musulmana, para nosotros los católicos el pecado referido al octavo mandamiento (-no dar falso testimonio-) no es un delito. Así que a veces nos lo tomamos un poco a la ligera porque no es difamación. ¿Podría decirnos, sin entrar en detalles de “secreto pontificio”, qué ocurrió con respecto a la moción de censura que el Consejo IOR le reservó el 24 de mayo de 2012?

Explicarlo es complejo y requeriría detalles indispensables, que por otra parte han sido cuidadosamente documentados, porque después de la moción de censura pedí muchs veces una investigación. En resumen, la moción de censura no estaba vinculada en modo alguno a las malas relaciones con los miembros del consejo de administración, con quienes las relaciones habían sido excelentes hasta un par de semanas antes; es decir, antes de la “moción de censura” que me vi obligado a dirigir a otras personas. Para explicar los acontecimientos tendría que referirme a la Ley contra el Blanqueo de Capitales que concordé en hacer con el cardenal Nicora por instrucciones del papa Benedicto, que me dijo: “debemos ser ejemplares”. La ley fue firmada con el Motu Proprio por Benedicto XVI a finales de 2010. Debo referirme al cambio de esta ley realizado a finales de 2011, a las consecuencias del cierre de las cuentas del Instituto por parte de los principales bancos italianos (personalmente recibí una explicación explícita por escrito de las cúpulas de estos bancos, que conservo en mis archivos) y, por supuesto, a la postura considerada “rígida” que el cardenal Nicora y yo adoptamos frente a estos hechos, que además están todos bien documentados, ya que han sido evaluados por el organismo de control de la Unión Europea (Moneyval).

Existe un dossier de cientos de páginas sobre la moción de censura que recibí y la que me vi obligado a redactar, que puse a disposición de la investigación que solicité. Recuerdo también que en la mañana del 24 de mayo, en cuanto fui informado por un altísimo prelado de que sería interpelado, pregunté si el Santo Padre había sido informado. Me dijeron que no, lo que confirma la entrevista posterior de monseñor Gaenswein con Il Messaggero. Después de la “expulsión”, monseñor Gaenswein me envió un par de mensajes, en nombre del Santo Padre, a través de un obispo amigo (que aún vive), por razones de prudencia. Por estas atenciones le estaré siempre agradecido a monseñor Gaenswein.

 

Creo recordar que se habló de una rehabilitación, ¿anunciada y no realizada? ¿Qué puede decir sobre este tema?

A finales de noviembre de 2012 monseñor Gaenswein me propuso un encuentro confidencial en Roma. Luego de este encuentro, que sigo considerando confidencial, tomé una decisión que fue muy apreciada por monseñor Gaenswein. Luego de unas semanas, el secretario particular del Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, me convocó a Roma para una reunión. Esa reunión se materializó recién el 6 de febrero de 2013 y tuvo lugar en el domicilio particular de un cardenal. El secretario de Estado fue muy afectuoso, recuerdo perfectamente los gestos y las palabras amistosas con que me recibió. Me dijo entonces que el Santo Padre había decidido mi rehabilitación inmediata (también me dijo de qué se trataba, por supuesto) y me pidió que estuviera disponible para la formalización en los días siguientes (Cinco días después, el 11 de febrero, ya sabemos lo que pasó…). Además de los testigos físicos, hubo “por casualidad” un testigo de prestigio de este encuentro, ya que al regresar de la Puerta Santa Ana, el Secretario de Estado se encontró con una persona de gran prestigio y con importantes cargos en el Vaticano y le informó. El personaje nos llamó inmediatamente a mí y a mi mujer y se mostró encantado.

Vea, estimado Tosatti, estos acontecimientos están grabados en mi memoria y en mi corazón, pero no puedo pretender que sea igual para los demás. Además, monseñor Gaenswein siempre ha tenido la máxima atención hacia mí y hacia la tarea que he intentado realizar. Para él sigo teniendo gratitud y un recuerdo afectuoso.

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