Monseñor Viganò a los camioneros canadienses: Lucha por los derechos fundamentales, Dios los bendiga
10 Febbraio 2022
Marco Tosatti
Muy estimados StilumCuriales, recibimos y publicamos con mucho gusto este mensaje que el arzobispo Carlo Maria Viganò ha dirigido a los camioneros canadienses que se están batiendo pacíficamente a favor de los derechos fundamentales comprometidos por la política de Justin Trudeau. Buena lectura y buena visión
Aquí encontrarán el vínculo al video, publicado por Life Site News
Y en este vínculo encontrarán el texto en inglés
Mensaje de S. E. Monseñor Carlo Maria Viganò
A los camioneros canadienses
7 de febrero de 2022
Queridos amigos y hermanos camioneros canadienses,
El golpe de Estado global que ha llevado a cabo la élite globalista durante estos dos años de farsa psico pandémica aparece con toda claridad si no nos limitamos a considerar lo que ha ocurrido en los Estados en particular, sino que ampliamos nuestra mirada a lo que ha ocurrido en todas partes.
Vuestra protesta, queridos amigos camioneros canadienses, se une a un movimiento de voces mundial que quiere oponerse a la instauración del Nuevo Orden Mundial sobre los escombros de los Estados nacionales, a través del Gran Reinicio deseado por el Foro Económico Mundial y por las Naciones Unidas bajo el nombre de Agenda 2030. Y sabemos que muchos jefes de gobierno han participado en la Escuela para Jóvenes Líderes de Klaus Schwab -los llamados Global Leaders for Tomorrow-, empezando por Justin Trudeau y Emmanuel Macron, Jacinta Ardern y Boris Johnson, y antes también por Angela Merkel, Nicolas Sarkozy y Tony Blair.
Parecería que Canadá es -junto con Australia, Italia, Austria y Francia- una de las naciones más infiltradas por los globalistas. Y, en este proyecto infernal no sólo hay que considerar la farsa psico pandémica, sino también el ataque a las tradiciones y a la identidad cristiana, más concretamente a la identidad católica de estos países.
Ustedes lo entendieron instintivamente y sus ansias de libertad se manifestaron en toda su coordinada armonía avanzando hacia la capital, Ottawa. Queridos camioneros, ustedes están enfrentando grandes dificultades, no sólo porque dejan sus trabajos para manifestarse, sino también por las condiciones meteorológicas adversas, las largas noches de frío y los intentos de desalojo a los que se enfrentan.
Pero junto a estas dificultades también han experimentado la cercanía de muchos de sus conciudadanos que, como ustedes, han comprendido la amenaza que se cierne sobre ustedes y quieren apoyarles en la protesta contra el régimen. Permítanme expresarles también mi apoyo y mi cercanía espiritual, a la que me uno en la oración para que su manifestación se vea coronada por el éxito y pueda extenderse también a otros países.
En estos días vemos caer las máscaras de los tiranos de todo el mundo y, por desgracia, vemos también demasiado conformismo, demasiado miedo, demasiada cobardía en personas que, hasta ayer, considerábamos amigos, incluso entre nuestros familiares.
Pero precisamente a causa de esta situación extrema, descubrimos con asombro gestos de humanidad por parte de desconocidos, signos de solidaridad y fraternidad por parte de quienes se sienten cercanos a nosotros en la batalla común. Descubrimos tanta generosidad y tantas ganas de sacarnos de este estupor. Descubrimos que ya no estamos dispuestos a sufrir pasivamente la destrucción de nuestro mundo, impuesta por una cábala de criminales inescrupulosos, sedientos de poder y dinero.
En este ataque implacable al mundo tradicional, no sólo han sido afectados sus modos de vida y sus identidades, sino también sus posesiones, sus actividades y su trabajo. Este es el Gran Reinicio, este es el futuro prometido con eslóganes como “Reconstruir mejor“, este es el futuro de miles de millones de personas controladas en cada uno de sus movimientos, en todas sus transacciones, en cada compra, en cada práctica burocrática y en cada actividad. Autómatas sin alma ni voluntad, privados de su identidad, reducidos a tener un ingreso universal que les permita sobrevivir, comprar sólo lo que otros ya han decidido poner a la venta, transformados por un suero génico en personas que serán enfermos crónicos.
Hoy, más que nunca, es fundamental que se den cuenta de que ya no es posible soportar pasivamente: es necesario tomar posición, luchar por la libertad, exigir el respeto de las libertades naturales. Pero más todavía, queridos hermanos canadienses, es necesario comprender que esta distopía sirve para establecer la dictadura del Nuevo Orden Mundial y borrar totalmente todo rastro de Nuestro Señor Jesucristo en la sociedad, en la historia y en las tradiciones de los pueblos.
Manifiéstense por sus derechos, amigos canadienses, pero que estos derechos no se limiten a una simple reivindicación de la libertad de entrar a los supermercados o de no vacunarse. Que sea también una reivindicación orgullosa y valiente de vuestro sacrosanto derecho a ser hombres libres. Pero su demostración debe ser la de la verdadera Libertad, recordando que es la Verdad -es decir, Nuestro Señor Jesucristo- quien únicamente puede garantizar su libertad: la verdad los hará libres.
Recemos para que Cristo vuelva a reinar en la sociedad, en vuestros corazones y en vuestras familias. Empuñen el arma espiritual del Santo Rosario y recen a la Santísima Virgen, a san Jorge, a santa Ana y a los Santos Mártires canadienses para que protejan vuestra patria.
Quiero concluir mi llamamiento pidiéndoles que recen conmigo, con las palabras que Nuestro Señor nos ha enseñado: que esas palabras sean el sello de este despertar, de esta liberación nacional. Recemos todos juntos, en voz alta, para que nuestra oración se eleve al Cielo, pero también para que resuene con fuerza en estas plazas, en estas calles, hasta los palacios de los poderosos: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Y perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Amén.
DIOS los bendiga a todos ustedes
+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
Publicado el 8 de febrero de 2022, en https://www.marcotosatti.com/
Traducción al español por: José Arturo Quarracino
§§§
SE PENSATE CHE
STILUM CURIAE SIA UTILE
SE PENSATE CHE
SENZA STILUM CURIAE
L’INFORMAZIONE NON SAREBBE LA STESSA
AIUTATE STILUM CURIAE!
*
Chi desidera sostenere il lavoro di libera informazione, e di libera discussione e confronto costituito da Stilum Curiae, può farlo con una donazione su questo conto, intestato al sottoscritto:
IBAN: IT24J0200805205000400690898
*
Oppure su PayPal, marco tosatti
*
La causale può essere: Donazione Stilum Curiae
Ecco il collegamento per il libro in italiano.
And here is the link to the book in English.
Y este es el enlace al libro en español
STILUM CURIAE HA UN CANALE SU TELEGRAM
@marcotosatti
(su TELEGRAM c’è anche un gruppo Stilum Curiae…)
E ANCHE SU VK.COM
stilumcuriae
SU FACEBOOK
cercate
seguite
Marco Tosatti
SE PENSATE CHE
STILUM CURIAE SIA UTILE
SE PENSATE CHE
SENZA STILUM CURIAE
L’INFORMAZIONE NON SAREBBE LA STESSA
AIUTATE STILUM CURIAE!
*
Chi desidera sostenere il lavoro di libera informazione, e di libera discussione e confronto costituito da Stilum Curiae, può farlo con una donazione su questo conto, intestato al sottoscritto:
IBAN: IT24J0200805205000400690898
*
Oppure su PayPal, marco tosatti
*
La causale può essere: Donazione Stilum Curiae
Questo blog è il seguito naturale di San Pietro e Dintorni, presente su “La Stampa” fino a quando non fu troppo molesto. Per chi fosse interessato al lavoro già svolto, ecco il link a San Pietro e Dintorni.
Se volete ricevere i nuovi articoli del blog, scrivete la vostra mail nella finestra a fianco.
L’articolo vi ha interessato? Condividetelo, se volete, sui social network, usando gli strumenti qui sotto
Condividi i miei articoli:
Tag: camionisti, canada, vigano
Categoria: Generale