16 Gennaio 2022 Pubblicato da Marco Tosatti

 Marco Tosatti

Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae, Monseñor X leyó el artículo del padre Carlo Casalone, S.J., que encontrarán al final, y nos envió un comentario desolador. Disfruten de su lectura.

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Monseñor X a Tosatti.

Estimado Tosatti, anteayer, miércoles 12 de enero, en comenté Stilum Curiae el artículo de Repubblica que explicaba la apertura del padre jesuita estadounidense Pat Conroy a la libertad de abortar niños.  Que es su derecho.

Hoy (¿sabe usted que ya no puedo distraerme ni un momento?) me veo obligado a tomar de nuevo la pluma para informar y comentar el artículo (adjunto), informado por ANSA, en CIVILTA’ CATTOLICA, de otro jesuita, mucho más representativo que el padre Conroy y mucho más cercano al papa Bergoglio.

Tanto es así que no se puede pensar en absoluto en una iniciativa personal.

Dicho jesuita es el famosísimo padre Carlo Casalone, médico, experto en bioética, miembro de la Academia para la Vida, profesor de teología moral en la Pontificia Universidad Gregoriana, padre provincial de la Compañía para Italia, etc.

En este artículo, el padre Casalone elogia la mediación en el suicidio asistido (es decir, la eutanasia, de hecho) con el mismo estilo jesuita con el que el padre Conroy habla de la libertad del aborto.

O con el que Pannella habla de libre acceso a las drogas.

O como los católico-progresistas hablaron del divorcio y luego del aborto.

Es decir, proponiendo apoyar las leyes “menos malas” propuestas para evitar leyes peores o comportamientos clandestinos.

Nuestro jesuita en realidad propone apoyar la ley del fin de la vida (aunque no se ajuste al Magisterio) para evitar lo peor. ¡Por favor!

Me pregunto, querido Tosatti, si no sería posible promover la supresión asistida de la querida Compañía de Bergoglio en lugar del suicidio asistido al “estilo jesuita”.

Entre 1759 y 1773 el papa Clemente XIV suprimió la Compañía bajo la presión de las monarquías europeas (incluidas las católicas), preocupadas por la interferencia política que los jesuitas hacían en los gobiernos.

En 1814, Pío VII, liberado del encarcelamiento de Napoleón en Francia, se apresuró a reconstituir la Compañía. Unos cuarenta años más tarde, el gran pontífice del positivismo, el filósofo Auguste Comte, invitó (con la famosa Carta a los ignacianos) a los jesuitas a tomar el poder y dirigir la Iglesia Católica Romana, para “positivizarla” un poco más.

Pero era demasiado pronto. Hubo que esperar al siglo XXI con un Papa jesuita. Ahora, como ya no es posible pensar en poder disolver dicha compañía, sólo podemos esperar en cambio que la Compañía piense en disolver la propia Iglesia.

En ese momento muchas almas cándidas abrirán los ojos y los oídos.

¿O ni siquiera entonces?

¿Qué piensa usted Tosatti?

Monseñor X

Publicado originalmente en inglés el 16 de enero de 2022, en https://www.marcotosatti.com/2022/01/16/the-jesuits-and-assisted-suicide-dissolve-the-society-or-the-church-msgr-x/

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

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Tag: gesuiti, ics

Categoria: Generale