USA. Fracasa el intento de bloquear la discusión sobre los católicos pro-aborto

8 Giugno 2021 Pubblicato da Marco Tosatti

Marco Tosatti

Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae, me parece interesante e importante ofrecer a su atención este artículo de Life Site News, en mi traducción, referido al intento de algunos obispos estadounidenses de detener el debate previsto sobre la coherencia eucarística por parte de algunos políticos prominentes, como el presidente Joe Biden y Nancy Pelosi. Disfruten de la lectura.

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La Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) seguirá adelante con su plan de discutir la “Coherencia Eucarística” en su reunión de este mes, a pesar de que un grupo de 67 obispos (tres de ellos cardenales) presionaran en una carta para que el tema fuera retirado de la agenda.

El presidente de la USCCB, el arzobispo José Gómez, declaró en una carta datada el 22 de mayo y dirigida a todos los obispos de Estados Unidos, que en la Asamblea General Virtual del 16 al 18 de junio se discutirá una propuesta de “documento sobre la Eucaristía”.

“Como ustedes notarán, el enfoque de esta propuesta de documento de enseñanza es sobre cómo ayudar mejor a las personas a comprender la belleza y el misterio de la Eucaristía como centro de sus vidas cristianas”, escribió el arzobispo de Los Ángeles en la carta.

Gómez dijo que cualquier votación en la próxima reunión no será para aprobar una declaración final, sino “sólo si se puede empezar a redactar un texto”.

“Si se aprueba, el Comité de Doctrina elaborará un texto. A partir de ahí, se llevará a cabo el proceso habitual de consulta, modificación y enmienda de la Conferencia, ya que el documento se presentará para su consideración en una futura Asamblea Plenaria”, afirma la carta.

La carta se hace presente después de que un grupo de 67 obispos escribiera a Gómez el 13 de mayo, pidiendo que se eliminara del orden del día de la próxima reunión la discusión sobre la recepción de la Santa Comunión. La carta proviene de la arquidiócesis de Washington, dirigida por el cardenal Wilton Gregory. Gregory había declarado el pasado noviembre que no se “desviaría” del camino de permitir que el presidente Biden siga recibiendo la Comunión, como hizo Biden cuando era vicepresidente. La iniciativa fue organizada principalmente por Gregory y el cardenal Blase Cupich de Chicago, informó The Pillar. Junto a los cardenales Gregory y Cupich firmó la carta el cardenal Sean O’Malley, de Boston. El cardenal Timothy Dolan, de Nueva York, también había firmado la carta, pero retiró su nombre después que se enviara la misma.

“Habiendo recibido ahora la carta de fecha 7 de mayo de 2021 de Su Eminencia el Cardenal Luis F. Ladaria, SJ, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, solicitamos respetuosamente que todas las discusiones a nivel de Conferencia y el trabajo de la comisión sobre el tema de la dignidad eucarística y otras cuestiones planteadas por la Santa Sede se pospongan hasta que el cuerpo completo de obispos pueda reunirse en persona”, afirma el grupo de obispos en su carta.

La carta se refería a una misiva del 7 de mayo de la Congregación para la Doctrina de la Fe al arzobispo Gómez, en la que se advertía de que cualquier política próxima sobre la concesión de la Santa Comunión a los políticos proaborto que se llaman a sí mismos católicos, como el presidente Joe Biden, podría convertirse en una “fuente de discordia” para el episcopado del país y afectaría injustamente “a una sola categoría de católicos”. Aunque es probable que la carta de la CDF retrase a los obispos a la hora de afrontar el problema, ha proporcionado un esquema aproximado de cómo los obispos podrían abordar el problema, que implica “dos fases” de diálogo antes de tomar medidas concretas para “dar testimonio de la grave responsabilidad moral de los funcionarios públicos católicos de proteger la vida humana en todas las etapas”.

La carta de Ladaria también pedía un “verdadero consenso de los obispos sobre la cuestión” antes de emprender cualquier paso concreto.

La carta de los 67 obispos afirmaba que “el alto nivel de consenso entre nosotros y de mantenimiento de la unidad con la Santa Sede y la Iglesia Universal, tal y como estableció el cardenal Ladaria, está lejos de alcanzarse en la actualidad”.

“Además, como el sólido consejo teológico y pastoral del Prefecto abre un nuevo camino hacia adelante, deberíamos aprovechar esta oportunidad para revisar la mejor estructura colegial para lograr este objetivo”, añade la carta.

El arzobispo de San Francisco, monseñor Salvatore Cordileone, calificó la carta de sus hermanos obispos de “totalmente inaceptable”.

“Estoy realmente alarmado por esta medida. Estamos siguiendo los procedimientos de nuestra Conferencia. Me molesta mucho [esta carta]”, dijo a The Pillar en una entrevista publicada el 26 de mayo.

Dijo que “el comité administrativo votó por abrumadora mayoría que se incluyera en el orden del día de la reunión de junio”. Y además: “Sé que el arzobispo Gómez se ha comprometido a seguir los procedimientos tal y como los acordamos. Pienso que esto es totalmente inaceptable”.

Cordileone dijo que algunos obispos firmaron la carta sin saber de qué se trataba y que posteriormente le retiraron su apoyo: “Conozco a dos obispos y he oído que hay otros, que aceptaron firmarlo y luego se dieron cuenta exactamente de qué se trataba y están molestos, y retiraron su apoyo”, dijo.

Cordileone sugirió también que muchos de los firmantes de la carta son obispos auxiliares que no tienen voz cuando se trata de cuestiones políticas en la USCCB: “Sé que dicen que tienen [unos] 70 obispos que han firmado, pero muchos de esos obispos son auxiliares en las diócesis de los principales protagonistas de esta carta”, dijo.

En una Carta Pastoral datada el 1 de mayo, la cual provocó una conmoción en todo el episcopado estadounidense, el arzobispo Cordileone declaró que los políticos católicos que “rechazan la enseñanza de la Iglesia sobre la santidad de la vida humana y los que no tratan de vivir en conformidad con esa enseñanza no deben recibir la Eucaristía”.

“Es fundamentalmente una cuestión de integridad: recibir el Santísimo Sacramento en la liturgia católica significa abrazar públicamente la fe y las enseñanzas morales de la Iglesia católica, y desear vivir en consecuencia”, escribió. “Si se descubre que no se está dispuesto o no se está en condiciones de abandonar la propia defensa del aborto, no se debería presentar a recibir la Santa Comunión. Afirmar públicamente la fe católica y al mismo tiempo rechazar públicamente una de sus enseñanzas fundamentales es sencillamente deshonesto”.

La cuestión de la aplicación de la enseñanza católica en lo que respecta a la Santa Comunión para los políticos que se declaran católicos mientras abogan por la muerte de los niños antes de nacer a través del aborto ha actuado como una línea divisoria para los obispos de Estados Unidos. Algunos dicen que tal prohibición equivaldría a una “militarización” o “politización” de la Eucaristía. Muchos otros señalan, sin embargo, que tal prohibición es exigida por la enseñanza de la Iglesia, y es necesaria para proteger el sacramento, para evitar escandalizar a los fieles y para llamar al pecador al arrepentimiento.

La Iglesia Católica sostiene que el pan y el vino consagrados por un sacerdote durante la Misa se convierten en el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesucristo, la segunda persona de la Santísima Trinidad. San Pablo advierte a los corintios que quienes participen en la Santa Eucaristía de manera “indigna” serán “culpables de profanar el cuerpo y la sangre del Señor”.

La Iglesia Católica enseña (Código de Derecho Canónico, canon 915) que los católicos que “obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave no deben ser admitidos a la sagrada comunión”. Según un memorándum de 2004 enviado a los obispos estadounidenses por el cardenal Joseph Ratzinger, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y actual Papa emérito Benedicto XVI, un político católico que “hace campaña y vota constantemente a favor de leyes permisivas del aborto y la eutanasia” manifiesta una “cooperación formal” con el pecado grave y se le debe “negar” la Eucaristía.

El arzobispo Gomez, en su carta del 22 de mayo a todos los obispos de Estados Unidos, adjuntó un borrador de un documento propuesto por el Comité de Doctrina de la USCCB sobre el tema de la “coherencia eucarística en el contexto más amplio de la enseñanza de la Iglesia sobre el Misterio de la Eucaristía”.

“A la luz de recientes encuestas, es evidente que existe una falta de comprensión entre muchos católicos sobre la naturaleza y el significado de la Eucaristía. Este documento didáctico abordará las doctrinas fundamentales relativas a la Eucaristía que la Iglesia en su conjunto necesita recuperar y reavivar”, se lee en la propuesta del Comité para redactar una declaración formal al respecto.

“Esto incluye la llamada a todos los fieles para la conversión continua, la transformación mora y el discipulado misionero”, agrega.

El proyecto propuesto establece un plan para afrontar esta cuestión que incluye tres partes. La primera parte se refiere a la “presencia real”, el “sacrificio” y la “curación”. La segunda parte se ocupa de la “Unidad”, la “Belleza” y la “Identidad”. La tercera parte se refiere a la transformación moral, la “coherencia eucarística” y el “discipulado misionero”.

En cuanto a la coherencia eucarística, el proyecto propuesto afirma: “Hay que examinarse a sí mismo, y luego comer el pan y beber el cáliz. Porque quien come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe el juicio sobre sí mismo (1 Cor 11, 28-29)”. Y añade la siguiente nota: “La naturaleza de la comunión eucarística y el problema del pecado grave”.

Publicado en italiano el 6 de junio de 2021, en https://www.marcotosatti.com/2021/06/06/usa-fallisce-il-tentativo-di-bloccare-la-discussione-sui-cattolici-pro-aborto/

Traducción al español por: José Arturo Quarracino