Mons. Ics: Gracias al Papa Bergoglio por Edificarnos con las Tribulaciones.

2 Gennaio 2021 Pubblicato da Marco Tosatti

Marco Tosatti

Estimados amigos y enemigoso de Stilum Curiae, monseñor Ics nos envió ayer esta reflexión concluyente sobre el año que recién ha culminado, con los augurios para el que se abre. La publicamos hoy, excusándnos con el autor, porque ciertamente mantiene toda su validez. Buen Año, y que Dios nos ayude.

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Estimado Dr. Tosatti, al desearle a usted y a los lectores de Stilum Curiae un año nuevo posiblemente menos infeliz, me gustaría dirigir un pensamiento diligente a quien, nuevamente este año, gracias a enormes sacrificios morales y espirituales, nos ha permitido santificarnos llevando sobre los hombros una cruz más pesada: Jorge Bergoglio.

Confundidos muchas veces por interpretaciones impuestas por la prensa y por nuestra incapacidad para saber valorar correctamente las palabras y enseñanzas de un Papa, hoy deberíamos reflexionar y recordar cuánto Bergoglio nos ha hecho crecer espiritualmente, creando infinitos motivos para poder mortificarnos ininterrumpidamente. De hecho, la mortificación, tanto como la Cruz, es necesaria para seguir a Cristo; quien la rechaza se aleja de la santidad.

Bergoglio nos permitió así no distanciarnos de él.

Piense en todo lo que hizo para perseguir a los católicos que solo querían seguir la doctrina de Cristo.

Pero ser perseguidos a causa del amor a Cristo nos une a Él. Y entonces Bergoglionos ha permitido que nos uniéramos más a Él.

Piense en todo lo que ha hecho para confundir la doctrina, las Sagradas Escrituras, la Tradición, obligándonos así a tener que volver a profundizarla para soldar las certezas de la fe.

Nunca nadie como Bergoglio nos ha estimulado a profundizar, a meditar sobre la verdad evangélica, a cuestionarla.

Bergoglio hizo también madurar nuestra fe.

Piense también en todo lo que hizo para obligarnos a evangelizar a escondidas, aumentando así nuestro sentido de responsabilidad personal de llevar la Buena Nueva.

Bergoglio nos permitió volver a un apostolado personal, esforzándonos también intelectualmente para triunfar.

En definitiva, reconocemos que ningún Papa antes de Bergoglio nos había hecho participar tanto de la Cruz de Cristo, completando así sus sufrimientos.

Nunca nadie nos había permitido expiar nuestros pecados pasados gracias a las tribulaciones que nos impuso durante casi ocho años largos.

Nadie nos ha permitido jamás fortalecer nuestra fe frente a las tentaciones del tentador que nos pidió que no creyéramos en el pecado…

¿Quién nos había hecho vivir antes el martirio de privarnos incluso de la Misa y de los sacramentos?

¿Cómo podríamos no reconocer todo el bien que se nos ha otorgado gracias a Bergoglio y agradecerle?

¿Cómo podríamos no recordarlo hoy 31 de diciembre, por todas las santas lágrimas que nos hizo derramar?

Mons. ICS

Traducción de José Arturo Quarracino